viernes, 7 de marzo de 2008

Muerte y resurrección...

Hoy os presento un fragmento del libro El enigmatico del Sol Negro donde se relatan las ultimas horas de Hitler y donde nos expone su muerte y su posterior resurrección, teoría interesante que me ha parecido buena para hacer un post espero que lo disfruteis:

"El Führer accedió a una cripta de forma circular de más de diez metros de diámetro. Las paredes eran de piedra oscura y en el lugar no había iluminación artificial alguna sino tan sólo la luz de unas velas en torno a la pared. En la cripta habían en pie, con aire solemne y formando un círculo, doce iniciados dirigentes de la Orden Negra a los que saludó uno a uno. Tras ocupar el lugar preferente de dirección norte, el Führer pronunció unas breves palabras para agradecer la fidelidad de los presentes a La Causa y su compromiso esencial. El ritual comenzó y todos en la cripta dirigieron su Fuerza y su Voluntad al centro de la cripta donde al cabo de un tiempo empezó a proyectarse un Agujero Negro de vacío. Un ambiente, un aire extraño e inquietante fue haciéndose presente. El tiempo pareció haberse detenido. Se sintió entonces una separacion entre el espacio exterior que sintiérase como girando velozmente en torno al espacio interior de la cripta que permanecía estático. La sensación de vacío en el interior se hizo total y un sentimiento de terror y de muerte se apoderó de todos los presentes, pero ninguno cedió, permaneciendo todos firmes en la integridad de sí-mismos. Perdida toda sensación o referencia del tiempo, en ese espacio detenido en el tiempo, el Führer se despidió de los doce iniciados de la Orden Negra adentrándose en la Eternidad. Entonces el espacio mágico abierto empezó a ceder y el exterior de la cripta cesó de girar, volviendo la realidad del espacio-tiempo. El cuerpo físico del Führer había quedado sin ánima. Fue recogido y trasladado al Refugio Inexpugnable en un vimana. Ya en la eternidad, el espíritu del Führer descendió a los infiernos y rescató a los héroes del Reich para arrebatárselos al tiempo y al aliento del Demiurgo y resucitarlos en Hiperbórea. Concluida la guerra exterior, el Führer finalizó su misión en el ultramundo y en espíritu volvió a la Antártida para resucitar su cuerpo y proceder a la Gran Transmutación Polar. Nada quedó del Führer en la tierra, salvo el odio del mundo hacia él. La raza de los hombres quedó huérfana de su luz para extraviarse definitivamente en las sombras de la realidad ilusoria y el mundo de muerte de Satanás. Tan sólo aquellos peregrinos que recuerdan y hasta pueden sentir la misteriosa luz del Sol Negro, son a veces raptados por el canto de las musas hiperbóreas. Entonces en su interior se enciende el Fuego de la Divinidad y en sus ojos puede verse brillar la luz y la Fuerza del dios antiguo".

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